Durante mucho tiempo ha existido la creencia en una vida sana de que los alimentos ricos en clorofila, como el trigo tierno, de alguna manera ayudan a transportar oxígeno en la sangre. La clorofila a menudo se describe como la sangre de las plantas, es un pigmento vegetal verde, el pigmento principal de la fotosíntesis, que se encuentra en los cloroplastos, los órganos de las plantas donde tiene lugar el proceso de la fotosíntesis.
La respiración de las plantas y los animales está interconectada y es esencial para el mantenimiento de toda la vida en la Tierra: la respiración de las plantas produce glucosa y otras moléculas orgánicas y libera oxígeno, que las células animales y humanas utilizan en las mitocondrias para producir energía química: ATP, liberando dióxido de carbono CO2. Nuevamente, sirve como fuente de carbono para las plantas.
¿Por qué vale la pena beber clorofila?
Tanto el cloroplasto de las plantas como nuestras mitocondrias tienen similitudes: ambos orgánulos utilizan una cadena de transferencia de electrones para convertir energía. En las plantas, estos electrones provienen del Sol, cuyos fotones/luz son la fuente básica de toda energía biológica: glucosa y otros productos orgánicos.
La molécula de clorofila contiene un anillo de porfirina como parte central, así como moléculas orgánicas idénticas a las del cuerpo humano, involucradas en la respiración celular y el transporte de oxígeno: hemoglobina, mioglobina y citocromo. La hemoglobina es una proteína de la sangre humana que transporta oxígeno desde los pulmones a otros tejidos y células y contiene hierro (Fe) en el anillo de porfirina, mientras que el anillo de porfirina de la clorofila contiene magnesio (Mg).
¿Cuáles son los efectos del uso de clorofila?
Los derivados de la clorofila expuestos al ácido gástrico se convierten en las correspondientes feofitinas libres de metales (PHE), que son absorbidas por las células intestinales y finalmente ingresan al torrente sanguíneo. La clorofila y sus derivados actúan a través de diversos mecanismos que incluyen:
• efecto antioxidante;
• cambio en el efecto genotóxico;
• inhibición de la enzima citocromo P450 (hígado);
• estimulación de las enzimas de fase II (hígado);
• aumento del nivel de glutatión S-transferasa;
• diferenciación celular, detención del ciclo celular y apoptosis (muerte celular).
En 1931, el ganador del Premio Nobel de Fisiología o Medicina, el Dr. Otto Warburg descubrió que la deficiencia de oxígeno es la principal causa de mutaciones en las células. Sin suficiente oxígeno, no hay energía y todos los procesos fisiológicos del cuerpo dependen de garantizar que las células reciban suficiente oxígeno.
Para obtener suficiente oxígeno, necesitamos sangre fuerte: suficientes glóbulos rojos sanos y bien llenos de hemoglobina y hierro que se une al hierro.
La clorofila aumenta la absorción de oxígeno en las células de nuestro cuerpo, fortalece los órganos productores de sangre, reconstruye la hemoglobina y previene la anemia.