Selenio Es necesario para el buen funcionamiento de nuestro organismo, pero la deficiencia de selenio es un gran problema que afecta especialmente a nuestra región. Por un lado, nuestros alimentos básicos también contienen menos cantidad de este oligoelemento debido al bajo contenido de selenio en el suelo y, por otro lado, no consumimos suficientes fuentes ricas en selenio (pescado, mariscos, corazón, hígado). En algunos países, es posible que la ingesta de selenio se haya reducido a la mitad en los últimos 20 o 30 años, aunque este oligoelemento puede desempeñar un papel en la prevención de muchas enfermedades.
Tiroides
El selenio es esencial para el funcionamiento de las hormonas tiroideas y su metabolismo, y según varios estudios, incluso puede ayudar en el tratamiento de enfermedades de la tiroides. En la tiroiditis autoinmune, puede reducir el grado de inflamación, mejorar la calidad de vida e incluso ayudar a tratar o prevenir el hipotiroidismo que ocurre durante o después del embarazo.
Embarazo
Los niveles bajos de selenio también pueden empeorar tus posibilidades de quedar embarazada, según los resultados de un estudio italiano que encontró que los espermatozoides de hombres con niveles bajos de selenio tenían peor motilidad y viabilidad, y en las mujeres, se encontró una correlación entre los niveles bajos de selenio y la riesgo de abortos espontáneos. Según una investigación realizada en Inglaterra, la deficiencia de selenio puede cuadruplicar el riesgo de toxemia durante el embarazo.
Cáncer
La experiencia previa muestra que una ingesta de selenio inferior a la óptima aumenta la incidencia de cánceres de hígado, vesícula biliar y vías biliares y, según estudios recientes, la suplementación con selenio también puede tener un efecto beneficioso sobre las lesiones en las primeras etapas del cáncer de cuello uterino.
Este estudio incluyó mujeres que tenían anomalías en el tejido cervical. Recibieron un placebo o 200 µg de selenio al día durante 6 meses. Después de 6 meses, el 88% del grupo de selenio mostró una mejoría, en comparación con sólo el 56% del grupo de placebo. Además, se observaron otros cambios positivos en el grupo de selenio: una disminución de los niveles de azúcar en sangre y de insulina en ayunas, un aumento de la sensibilidad a la insulina y un aumento de los niveles de colesterol HDL (es decir, el bueno).
El selenio y el corazón
Las proteínas que contienen selenio desempeñan un papel antioxidante clave no sólo en la glándula tiroides, sino también en el corazón. Según un análisis que resume los resultados de 25 estudios, los niveles de selenio y el riesgo de enfermedad coronaria están relacionados: con niveles elevados de selenio, el riesgo de problemas cardíacos es menor.